Una expedición soviética en 1969 a Altai, Asia central, decubrió una treintena de esqueletos humanos, perfectamente bien conservados. La prueba del carbono 14 determinó que se encontraban desde hacía cien mil años en ese lugar. Lo sorprendente es que uno de los cuerpos mostraba en el cráneo huellas de una trepanación (agujereado), y otro había sido intervenido quirúrjicamente en el tórax. Los médicos anatomistas que los estudiaron, determinaron que los dos pacientes sobrevivieron a las operaciones y vivieron unos años más...
Charlie BrOwn, cOrrespOnsal de lO OcultO y lO insÓlitO...
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